¿Buscas algo en el blog?

TRANSLATE THE BLOG

viernes, 15 de julio de 2011

   Ella miró al cielo por la ventana. Noche profunda, oscura, sin luna. Las tenues estrellas parpadeaban como las luces de neón en los pubs.
   Evangeline suspiró. Volvió a mirarse al espejo, y aquella extraña chica del cristal le devolvió la mirada. Esos ojos rasgados, felinos. Los labios gruesos y el pelo fino y oscuro, corto, desigual.
   Cogió el lápiz de ojos con un rápido movimiento. Sonrió a su imagen y arrugó la nariz, pero la otra le sacó la lengua.
   Se pintó los ojos negros, los labios rojos e intentó arreglarse el pelo. Se puso el piercing de la ceja, fina y oscura. Tacones rojos y vestido negro que dejaba a la vista los tatuajes de sus brazos y espalda.
   Tenía el apartamento hecho un asco, pero le daba absolutamente igual. Era su pequeño santuario, su aislada madriguera. Tenía pensado hacer lo que le viniese en gana, empezando por como llevar aquel minúsculo apartamento.
   Salió de el, a la calle. Las luces de los bares la iluminaban desde la calle de enfrente. Se llevó un cigarro a la boca y le dió una calada.
   No tenía plan alguno aquella noche, no había quedado con nadie.
   Sonrió para sí, aspirando el espeso humo procedente de su cigarro.
   ¿A quién le importaba? Iría a donde primero se le ocurriera.
   Se llevó de nuevo el cigarro a los labios, y lo dejó ahí con un gesto un tanto masculino. Echó a andar, y los tacones de aguja, afilados como cuchillos, repiqueteaban con un acompasado chirrido  en el cemento. Porque el asfalto era su territorio. Porque la noche le esperaba... y era suya por completo.
   ¿Quién tenía narices a interponerse en su camino? Estaba dispuesta a comerse el mundo.
   Aquella ciudad no sería lo mismo sin Evangeline.
   No sería lo mismo sin su musa, sin su desconocida y frustrada estrella del rock, sin sus tacones rojos. Sin sus noches ebrias, sin sus barbaridades, sin su risa, sin su mirada penetrante y sarcástica.
   Ella no lo sabía, creía que no formaba parte de ningún sitio. Pero era especial, era única e irrepetible.
   Aquella noche, la ciudad era completamente suya hasta el amanecer.

No hay comentarios:

©Sherezade 2012 Todos los derechos reservados.